La ciudad del eterno flamenco.
Las cosas que enamoran llegan de golpe, sin avisar y como si la vida hubiera planeado todo. Así me sentí por primera vez en Granada, simplemente no me daba cuenta de algo primordial. Y es que cuando logras encontrar algo que te hace sentir más especial que un tulipán en verano, a veces te cuesta trabajo darte cuenta de lo importante y de lo único que es.
Y sí, esta vez Granada no fue quien me enamoró, si no algo más, bueno, alguien más. Alguien que sin esperarlo, poco a poco me iba robando el corazón y que al recordar las calles inclinadas de Granada, el atardecer radiante y los días de tapas, la nostalgia y la añoranza me abrazan y me hacen ver que Granada no hubiera sido tan especial de no ser por aquel pequeño amor, que como las flores de la alambra, se empezaba a vislumbrar con cada mañana que pasaba.
En fin, ahora que saben el verdadero motivo de por qué este viaje me encantó, podrán ver el por qué lo común me hizo sentir extraordinario en esta ciudad. Pues para mi, Granada no era una ciudad de ensueño, pero poco a poco se fue ganando mi corazón.
Se encuentra en la parte sur de España. Ciudad llena de estudiantes y de un ambiente muy diferente al de cualquier otra parte de la península ibérica y lugar de una de mis cervezas españolas favoritas, "la alhambra", pero ya hablaremos de esto en otro post.
Aquí puedes ir de tapeo y disfrutar de una tarde con tus amigos, bebiendo y comiendo como lo amerita un lugar como este. Veras y sentirás el flamenco por todas partes, incluso por la calle; sin mencionar el peculiar aire árabe que se respira en la arquitectura y en los recuerdos tan bellos que te puedes llevar a casa.
Créeme que cuando te digo que Granada tiene un encanto muy diferente no es mentira, para mi, a simple vista era una ciudad más, un poco desordenada, no muy diferente a todo lo ya visto en mis viajes, incluso tuve el atrevimiento de decir que no me gustaba, pero poco a poco empecé a notar aquello por lo cual todos se enamoran de esta ciudad.
Resumiré en los siguientes dos párrafos las cosas más legendarias que puedes hacer en la capital de la provincia homónima. Son fáciles y baratas.
La primera es caminar hasta que los pies no te den para más, anda por toda la ciudad, descubre la arquitectura tan única que caracteriza a Granda, visita la belleza de catedral y después, para reposar un poco, ve directamente al bar Los Diamantes, simplemente excepcional. Disfrutarás de una buena cerveza y de las mejores tapas de la ciudad y si de paso te queda, recuerda que un pionono al caminar no le hace daño a nadie.
Claramente y sin dudarlo, requieres ir a la Alhambra, pero para esto te tengo un post especial. Sin embargo hay un lugar casi tan épico como la Alhambra que puedes poner como prioridad en tu primer o segundo día. Tendrás una vista hermosa de la ciudad y el sitio te encantará, se llama El bario de Albaicín, declarado por la Unesco como patrimonio de la humanidad. Sin duda una parada increíble para disfrutar del atardecer y de una cerveza alhambra mientras vez La Alhambra.
No hay mucho más que decir, esta ciudad tiene algo especial sin duda alguna para mi y espero que pese a las pocas recomendaciones, te den ganas de ir sin pensarlo a Granada, será amor para tus ojos. Pues como decía aquella frase: "Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada". Y quizás tengan razón, pienso que aunque para mi fue una ciudad para sentir, es sin duda alguna una ciudad para ver y verla una vez más y volverla a mirar sin descansar.
Gracias por leer este post, compártelo con todos tus amigos aventureros, espero que disfrutes de las fotos de la ciudad que están al final.
Hasta el próximo post.
