El azul intenso de Sarnico.
Los lugares mágicos se encuentran en todo el mundo, realmente cada esquina tiene algo especial, lo único que hay que hacer es abrir bien los ojos y dejar que tu mente se asombre con todo aquello que ves. Pues no importa el lugar, siempre habrá algo increíble que descubrir.
Regresando de un viaje de doce días, debo decirte que la última parada es muy rápida pero también muy bella. Pues el Lago de Sarnico, en Bergamo, tiene un gran encanto. No sé si sea por lo azul que se ve o porque la media mañana es perfecta para ir por un buen aperitivo y disfrutar del sol y de una buena plática.
Quiero decirte que los viajes muchas veces no son como te los imaginas, llegan siempre a ser mejores. Pues cuando estás en la ciudad que sea, ya no necesitas imaginar cómo será caminar o comer ahí, pues ya estarás viviendo ese memento y lo mejor que puedes hacer es vivir el aquí y el ahora, vivir cada experiencia al máximo, incluso perder un tren será algo épico que contar después.
Recomiendo que al ir a Sarnico, algo que puedes hacer en una mañana, des un paseo cerca del lago, tomes un buen capuccino o espresso y más tarde te des el tiempo de ir a la plaza central y regálate un aperitivo, sin prisas, sin apresurar nada en tu vida y prometo que en ese momento encontrarás la magia de este hermoso lugar.
Gracias por leerme y por apoyarme a compartir todas las aventuras con tus amigos. Te mando un fuerte abrazo, nos vemos hasta el próximo post.
